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martes, 29 de marzo de 2016

Libros ilustrados (1ª parte): criterios de selección

El pasado 10 de marzo este grupo cooperativo de bibliotecarios escolares recibió una visita singular para seguir potenciando su formación, en este caso con un cambio cualitativo al proceder de una persona externa al grupo. Disfrutamos y aprendimos con la charla de más de dos horas que nos ofreció Román Belmonte  en el CEIP. Giner de los Ríos. En esta entrada pasada presentamos a este profesor, bloguero y especialista en literatura infantil cuyo blog, Dónde viven los monstruos LIJ, es un referente en la materia.

Nos juntamos un nutrido grupo de maestros -una treintena en esta ocasión- preocupados por la lectura y las bibliotecas escolares de nuestros centros y lo cierto es que la sesión fue muy fructífera. Aquí dejamos nuestro resumen.

Tomando apuntes, la ocasión lo requería
Román nos habló sobre LIJ y nos enumeró y ejemplificó cuáles son los requisitos que, según su criterio -que tiene recogidos en su blog en la entrada "¿Cómo elegir un buen álbum ilustrado?"-, debe tener un libro ilustrado o álbum ilustrado para que sea un "libro redondo"; partió del hecho de que hay mucha oferta en el mercado y no todo vale.

CRITERIOS PARA SELECCIONAR LIBROS ILUSTRADOS.


1.- Tendrá gran capacidad narrativa.

El primero de ellos es que el libro debe tener gran capacidad narrativa y esto puede ser independiente de la existencia o no de texto, tengámoslo claro, pues en este tipo de libros la ilustración puede suplir esa falta. El factor clave es su poder comunicativo, su mensaje. Aquí nos mostró por ejemplo LA OLA, de Suzy Lee en Barbara Fiori (aquí podéis leer la crítica de la Revista Babar); y CLOWN de Quentin Blake (aquí podéis conocerlo mejor).

Os dejamos aquí una interpretación de La Ola.

Román nos anima a entregar al niño estos libros mudos para que cada uno pueda interpretar su propia historia. Serán un ejercicio explendido de narración y creación personal. ¿Por qué no mostráis el libro y hacéis que sean los chicos los que vayan narrando la historia?

2.- Mostrará una carga estética importante.

El segundo factor o requisito será la  ilustración; y es que un buen álbum ilustrado tendrá una carga estética importante vinculada a su valor artístico. Dicho factor se ha visto enriquecido  gracias a la variedad de corrientes y técnicas disponibles (más allá del producto y mundo Disney que invade a los chicos).

Ilustradores como Shaun Tan nos cautiva con sus libros como LA COSA PERDIDA, EL ÁRBOL ROJO o EMIGRANTES. Es un ilustrador que suele gustar más a adultos que a niños, pero todo es probar y poner sus libros en sus manos.

Trailer de "La cosa perdida" de Shaun Tan

La ilustradora Rebecca Dautremer -archifamosa hoy en día por méritos propios y posiblemente convertida en una de las mejores ilustradoras actuales- utiliza planos propios del cine para crear sus escenas evocadoras y cargadas de movimiento. Podemos verlo en la historia de Taï-Marc Le Thanh, basada en la obra clásica CYRANO DE BERGERAC de Edmond Rostand pero ambientada en el Japón feudal, en dicho libro da color y vida a esta adaptación del clásico que tiene humor y algo de dulzura, aunque triste, muy triste. La técnica es gouache, acuarela y lápiz y no tiene nada digital. En general sus libros son un éxito comercial y se consideran libros para contemplar además de para leer.  

Os invitamos a disfrutar de este vídeo para conocer el arte de Rebecca.

3.- Sera potenciador de la imaginación.

En tercer lugar un buen libro ilustrado o álbum debe potenciar la imaginación del lector. Son libros a distintos niveles, válidos para diversidad de edades; no tienen porque ser inverosímiles o fantásticos, dejan volar su imaginación ampliando su mundo como lector.

Así lo podemos ver en el libro EN EL DESVÁN de Hiawyn Oram e ilustrado por Satoshi Kitamura. Un texto muy sencillo, con una ilustración muy evocadora que nos permite llegar a un mensaje rico en sentidos.

Como ejemplo "En el desván" de Hiawyn Oram y Satoshi Kitamura.

El libro LA COCINA DE LA NOCHE de Maurice Sendak (ganador del premio Andersen -el "Nobel" de la literatura infantil- o el Premio Internacional Astrid Lindgren en 2003, entre otros), se hizo famoso en EE.UU. porque fue el primer libro en el que aparecía un niño completamente desnudo, aspecto por el que se censuró en muchas bibliotecas públicas y escolares.


A dichas censura, tal y como nos cuenta Ana Nebreda en su blog Biblioabrazo, respondió Sendak con esta reflexión en una entrevista: 
Es evidente que detrás de muchas actitudes puritanas hay mucha suciedad escondida. Parece que un niño pequeño desnudo sin su pijama es más monstruoso para algunas personas que cualquier otra monstruosidad del mundo.
Sendak se refería al Holocausto, pues en un momento reconoce que los bigotes de los cocineros simulan a los de Hitler y el hecho de que tratasen de cocinar al niño en el horno era una referencia más al tema que siempre tuvo presente por su ascendencia judía.

4.- El libro contendrá humor.

El humor entendido como sentimiento que nos facilita una sonrisa, despierta nuestro sentimiento y arranca una sonrisa limpia. No tiene porque se un libro gracioso o chistoso. Incluso puede ser un libro triste en su conjunto.

En este apartado Román nos muestra varios ejemplares, empieza con el libro
EL REBAÑO de Margarita del Mazo y Guridi para la Editorial La Fragatina (aquí comentado por Ana Nebreda).

Para prelectores nos sugiere ESTE NO ES MI BOMBÍN de Jon Klassen, muy conocido en el mundo anglosajón (más EE.UU. que en Europa), que llama la atención porque en la ilustración aparece una escena y no se corresponde con el personaje, eso pasara cuando pasemos la página.

Como aportación decir que desde la experiencia en el aula de Infantil, este libro será un éxito garantizado desde los más pequeños hasta los más mayores con el simple hecho de llevar un bombín a la clase, la dramatización será un momento de gran diversión para los chicos.


En el otro extremo tenemos EL LIBRO TRISTE, editado por Serres, de Michael Rosen (autor famoso por su libro Vamos a cazar un oso que tan divertidamente nos narra su autor en este vídeo y podemos disfrutar de esta animación). Aquí podemos leer la reseña que hace Román en su propio blog. Román nos cuenta una anecdota muy llamativa sobre el libro; Quentin Blake no ilustraba este tipo de libros pero Michael Rosen se lo pidió con tanta insistencia tras el fallecimiento de su hijo de 18 años que no se pudo negar y nos confiesa que realmente es un libro triste y que si lo lees, en soledad, lloras.... En la literatura anglosajona es considerado una obra maestra.
 

5.- Estará bien editado.

El libro ilustrado también debe tener un formato honesto, no todo es libro y por supuesto debe tener una carga literaria. No abusará de recursos impactantes, su tipografía y formato serán coherentes al libro en sí. Las bibliotecas están llenas de libros que en realidad son juguetes. ¡Buscarlos! 

El ejemplo que aquí nos da de formato honesto es muy conocido por todos los maestros de Primaria pero por si acaso no ha llegado hasta vosotros aquí tenéis la referencia, EL CARTERO SIMPÁTICO de Janet Ahlberg y Allan Ahlberg.


A este grupo también se deben incluir ciertos manuales imaginados que carecen de aportación literaria y tampoco puede ser considerado un libro de conocimiento. Como el MANUAL DE LA BRUJA de ANAYA, formato del libro donde se mezcla el libro de texto con cosas fantásticas.

Si seguimos hablando del formato, debemos mencionar los board o libros tabla como EL ARENQUE ROJO de Gonzalo Moure en SM (aquí tenéis un vídeo presentación). Este libro sería ideal para trabajar la expresión y narración oral o escrita con toda la clase con un ejemplar por alumno -en nuestro grupo un centro tiene 30 disponibles-.

Otro libro sorprendete sería el de Kveta Pacovska HASTA EL INFINITO en Factoria K de libros. Es un libro sorprendente en gran formato. Un abecedario para jugar con las formas y las sensaciones.
6.- El libro nos hará más libres.

Un buen álbum ilustrado hará que el lector construya su propia lectura, reintrepretará el mensaje, la ilustración y el conjunto. Algo independiente de las emociones con las que fue creado, de su posible mensaje original, moralizante o no, de lo que enseñe o muestre. Así lo podemos ver, según Román, en los siguientes ejemplos:

Son claro ejemplo de este principio de libertad los libros de Gemma Merino, LA VACA QUE SE SUBIÓ A UN ÁRBOL o EL COCODRILO QUE NO LE GUSTABA EL AGUA.


Pero si hay que destacar a un autor en este apartado, para Román, el máximo exponente de este requisito sería Anthony Browne, con algunos de sus libros como GORILA. Y además, el famoso FREDERIK de Leo Lionni.

Aquí os dejamos un vídeo para conocer mejor una de estas obras, como siempre mejor el libro.



Y hasta aquí la primera parte de dicha sesión. En breve os relataremos la segunda parte, titulada "Libros ilustrados (2ª parte): Miradas docentes" en las que con Román conocimos diversidad de libros para disfrutar en las distintas áreas del currículo.

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