- Tener convicción y un motivo convincente para innovar. No se trata de innovar por innovar, sino de estar convencidos de que ese es el camino, y que no hay otro.
- Tener visión de futuro, pero que sea compartida y motivadora. Tener visión de futuro no es tan frecuente en nuestra profesión, sobre todo cuando ese futuro cambia a la velocidad que lo hace ahora y a tan cortos plazos de tiempo. No se trata de predecir el futuro en base al pasado, que eso lo hacemos muy bien, sino de desarrollar hipótesis sobre el futuro. Hace falta que nuevas generaciones de bibliotecarios ocupen puestos de toma de decisiones, ya que ellos tienen una visión de futuro más acertada, menos contaminada y sobre todo flexible y adaptable. Y hace falta tambien que toda la organización comparta esa misma visión.
- Tener una agenda de innovación estratégica que afecte a toda la planificación de la biblioteca, que inspire todos sus proyectos, y sea su denominador común. Antes de comenzar hay que preguntarse lo siguiente: ¿Cual es nuestro negocio como bibliotecas ahora y donde queremos estar en el futuro? ¿Cual es nuestra tolerancia al riesgo a la hora de seguir grandes ideas, ideas que cambian los esquemas de siempre? El éxito va a depender del tiempo que dediquemos a impregnar a toda la organización y sus líneas estratégicas con estas convicciones.
- La dirección tiene que ser partícipe del proceso. Si el equipo no apoya y lo hace de forma visible y evidente, la innovación no solo no será creíble por el resto sino que será difícil invertir recursos en estas ideas.
- Un modelo de toma de decisiones que fomenta un trabajo en equipo que apoya a los influenciadores más apasionados. Los modelos autocráticos pasaron a la historia. El éxito está en reconocer quienes son esos influenciadores, qué personas de tu entorno de trabajo tienen más inquietudes y dinamismo y son capaces de atraer a sus compañeros a proyectos innovadores. ¿En que medida las bibliotecas están siguiendo estas pautas de criterios de autoridad y apoyo a los innovadores?
- Equipos multidisciplinares y creativos, con personal experto, pero tambien inexpertos que puedan aportar nuevos y enriquecedores puntos de vista.
- Explorar con mente abierta las claves que controlan el mercado de la innovación: usuarios, competidores, leyes y normativas reguladoras, ciencia y tecnología. Tener en cuenta todos estos factores.
- Estar dispuestos a asumir riesgos y a ver el valor de lo absurdo. Albert Einstein dijo que no había que esperar mucho de aquello que no pareciera suficientemente absurdo. Los innovadores saben que no hay elección, hay que asumir riesgos y moverse hacia lo que parece absurdo o irrelevante para ser competitivos. y esto en tiempos de crisis es lo que diferencia de los demás.
- Un proceso de ejecución, bien definido y flexible. Para ello hay que tener un equipo de personas dedicadas a la innovación. El motor de producción no puede dedicarse a innovar, pues busca la eficiencia pero no la innovación. No hay que evaluar a este equipo de innovadores por los beneficios que obtenga a corto plazo, sino por la gestión de los experimentos.
Si has obtenido mas de un 70 en la valoración, tu biblioteca es innovadora y está preparada para el futuro, pero si la puntuación es menor deberías reflexionar sobre el futuro.
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